Uso de Monofosfatos/Polifosfatos en agua de consumo humano
Cuando un agua tiende a ser agresiva o corrosiva se produce un aumento de concentraciones de hidróxidos y óxidos de hierro en el agua, como producto de la oxidación de las tuberías, principalmente de acero galvanizado, que constituyen numerosas instalaciones de fontanería en edificaciones, que van deshaciéndose poco a poco, con el paso del tiempo. Entre otros problemas, destacamos por tanto que consumiremos agua coloreada con hierro y lodos, turbidez, además del deterioro añadido de la propia instalación.
Cuando un agua tiende a ser incrustante se produce una precipitación principalmente de carbonato cálcico, en las paredes internas de las tuberías que poco a poco irán eliminando la luz interior y por tanto el caudal de agua. Ente otros problemas, destacamos que consumiremos agua con un determinado sabor característico de alto contenido en sales de calcio y magnesio, además de la pérdida de caudal de agua y aumento del riesgo de averías.
Existen otros métodos de combatir ambos procesos fuera de la dosificación que abarcaremos en otros artículos. En este caso vamos a ver la aplicación de utilizar dosificación de productos inhibidores de corrosión o incrustación, de fácil manejo e instalación
El Indice de Saturación de Langelier (ISL) clasifica en función de su cálculo la tendencia del agua a ser corrosiva o incrustante. Se obtiene utilizando los valores de temperatura, pH, alcalinidad total, dureza cálcica y la salinidad total. También pueden utilizarse otros índices como el Índice de estabilidad de Ryznar.
El índice de Langelier se clasifica en los siguientes valores de intervalos:
-2,0<ISL<-0,5 Corrosión severa
-0,5<ISL<0 Corrosión leve pero sin formación de incrustaciones
ISL= 0,0 Equilibrada pero posible corrosión leve
0,0<ISL<0,5 Formación leve de incrustaciones y corrosiva
0,5<LSI<2 Formación de incrustaciones pero no corrosiva
Uso de Monofostato como anticorrosivo en acero galvanizado en agua sanitaria o de consumo humano
El monofosfato sódico posee la propiedad de crear una capa protectora insoluble de fosfato complejo de Ca, Fe y Zn en las tuberías de hierro galvanizado, evitando el contacto directo entre el agua y el metal, y por tanto, frenando el proceso de oxidación.
Los compuestos de monofosfato se utilizan para aguas de dureza bajas e ISL negativo. La situación ideal evidentemente es iniciar el tratamiento coincidiendo con la puesta en marcha de la instalación, ya que se trata de un tratamiento preventivo, no corrector. De esta forma la película de producto se crea uniformemente y protege el material sin haberse iniciado el proceso de corrosión, alargando su vida útil. Si el tratamiento se instala para frenar un proceso de oxidación ya iniciado, la corrosión no se corregirá, pero sí se frenará eficazmente.
Durante las primeras semanas, mientras se forma la película protectora, se pueden desprender los sólidos menos fijados al tubo y hacerse visible en los puntos de consumo, hecho que desaparece, si sucede, con la formación de la película protectora en poco tiempo.
Uso de Polifostato como anticorrosivo/antiincrustante en agua sanitaria o de consumo humano
Los compuestos de polifosfatos se utilizan para aguas de durezas altas e ISL positivo y principalmente para evitar incrustación de cal en las conducciones de agua.
Los polifosfatos sódicos poseen la propiedad principal de englobar dentro de la molécula otros iones tales como Ca, Mg, Fe, Mn, Cu etc formando complejos solubles que los enmascaran. De esta forma se inhiben los procesos de reacción que originan su precipitación y en consecuencia se evita la formación de costras insolubles formadas por cristalización de los carbonatos cálcicos, hidróxidos magnésicos y los óxidos e hidróxidos de hierro.
Su carácter acomplejante además puede utilizarse para evitar la precipitación de hierro y manganeso que traiga el agua o el producido por oxidación evitando su precipitación.
La eficacia de la dosificación de polifosfatos depende de la dureza del agua a tratar así como de su pH y temperatura. La estabilidad y eficacia optima del polifosfatos se consigue en aguas con pH neutro o ligeramente alcalino y temperatura inferior a 60 ºC.
La eficacia queda limitada a partir de los 80 ºC debido a inicio de procesos de descomposición o hidrólisis formando ortofosfatos o monofosfatos. Hay casos en los que puede interesar utilizarlos para conseguir una hidrólisis parcial para obtener monofosfato que actuará como anticorrosivo como en redes de agua caliente.
El tratamiento anticorrosivo y antincrustante en aguas de durezas intermedias o ISL próximos a cero se viene solucionando con mezclas de productos en base a monofosfatos y polifosfatos. Existen además otros productos anticorrosivos que dependerá de la calidad de agua a tratar puedan constituir una mejor opción, pero como siempre decimos no existen recetas únicas. A la hora de combatir un problema inherente al agua, que depende en primer lugar de su calidad química en origen, y como hemos visto de otros múltiples factores desde los materiales de las tuberías, la temperatura o el uso o destino final, recomendamos la opinión y estudio técnico para la elección final de la solución optima y mejor adaptada a nuestras necesidades.